Paseo primaveral por los jardines y las cubiertas de la catedral

El sábado 21 de abril visitamos los jardines y las cubiertas de la catedral gran número de socios acompañados por nuestro querido amigo Juan José Ruiz Benítez quien una vez más demostró su gran sabiduría a través de su agradable manera de enseñar. Divididos en dos grupos, fuimos recorriendo uno los jardines mientras el otro paseaba por las cubiertas y viceversa.

Destacan, aparte de las maravillosas vistas que se disfrutan de la ciudad,  Gibralfaro, la Alcazaba, diversos elementos en los que nos íbamos fijando conforme subíamos: el diseño de la escalera, en un principio de sección cuadrada con tramos en cerrada espiral que se admiran por su elaborada construcción; en la puerta de acceso al Archivo, la bóveda de la entrada  se desplaza en diagonal formando una estructura que resuelve tanto  el paso entre escalera y habitación como la cubrición. A media altura, desde una saetera  se aprecian pilares rematados con capiteles que difícilmente se pueden admirar desde la calle. Es una vista espléndida.

En la primera salida al exterior se hace un recorrido circular paseando por el perímetro de la Catedral. En la salida hacia lo que se ha llamado “la quinta fachada” -dada la belleza y excelencia constructiva- hay posibilidad de acercarse a través de pasillos al aire libre con balaustradas y rejas que dan a la Plaza del Obispo. Este punto de vista es fundamental para captar la monumentalidad del conjunto. En este nivel también está el acceso al cuerpo de campanas y el cupulín de la torre. Los relojes exteriores están pintados sobre la piedra y tienen un diámetro de más de 3 metros.

Las bóvedas corresponden a las capillas, crucero y altar mayor. Están construidas en ladrillo cerámico cuya forma es diferente para ir adaptándose a las curvaturas, tanto en circunferencia como en su adaptación hasta cerrar en altura; en la actualidad no vemos  las originales sino las restauradas que las cubren. Desde aquí se admiran también las zonas altas de las torres adosadas, con forma de un semicírculo prolongado. Su construcción se debe a la intención de seguir el diseño del Templo de Salomón, tal y como se puede apreciar desde los jardines de la Puerta de las Cadenas.

Comenzamos a visitar los jardines por el patio del Sagrario el primer grupo, por el patio de los naranjos el segundo. Diseñados por el arquitecto Fernando Guerrero-Strachan Rosado, se construyeron  en 1941;
elevados  sobre el nivel de la calle, dominan las líneas geométricas y horizontales de reminiscencias hispano-musulmanas. Los jardines de la Catedral poseen gran variedad de especies botánicas que Juan José conoce y de las que explica  origen, características, variedades, historia, propiedades, usos…Así,  entre anécdotas y  curiosidades, repasamos los más conocidos: el almez centenario, el ciprés, ficus, rosal, ave del paraíso, hibiscus;  los cítricos: naranjo amargo, mandarino; aligustre, palmera canaria, palmera datilera y washingtonia… Y las especies más raras ¡Gracias, Juan José, por tan magnífica mañana de sábado!

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Vivir a la sombra de un árbol: Hotel Miramar y Jardines

Desde fuera o desde dentro, desde cualquier parte del edificio que miremos, no es fácil poder recibir una lección magistral sobre el Gran Hotel Miramar de Málaga, de alguien más experto que nuestra amiga Josefa Carmona. Ella conoce como nadie los elementos característicos y las fuentes de Fernando Guerrero Strachan, arquitecto del Hotel Príncipe de Asturias inaugurado en 1926. Todo lo estudió, lo fotografió, lo comparó, lo analizó y memorizó y hoy nos lo ha enseñado.

Miguel Ángel Peláez paseó por los jardines y sufrió por los árboles que allí había y hoy nos los ha enseñado y está contento porque algunos han sobrevivido y ahora están acompañados por otros más jóvenes y una gran variedad de plantas y flores que han venido a hacerles compañía.

 

De todo el conjunto, de edificio y jardines y de la sabiduría de nuestros acompañantes, disfrutamos entre amigos.

 

Vivir a la sombra de un árbol: Museo Aeronáutico de Málaga

Dentro del ciclo  «Vivir a la sombra de un árbol», el sábado 11 de noviembre visitamos el Museo Aeronáutico de Málaga.

Se trata de un museo situado en el primer aeropuerto de Málaga, en la terminal de pasajeros original, que quedó en desuso tras su expansión moderna a partir de la segunda mitad del siglo XX. La primera terminal, construida por Luis Gutiérrez Soto en1948, fue reabierta al público como museo en 2009. El complejo ha pasado de ser la pista de aterrizaje de El Rompedizo a la primera Terminal de pasajeros, posteriormente alojó el Aeroclub del Aeropuerto de Málaga y finalmente  es sede del Museo actual.

Nos acompañó un equipo de personas pertenecientes a la Asociación de Amigos del Museo que nos fue explicando todas las exposiciones: acoge más de 4.000 piezas relacionadas con la historia de los aeropuertos y de la aviación que ellos mismos han restaurado.

Conocimos el modo de viajar en los años 50: la histórica recepción de pasajeros donde eran pesados, los menús, los trajes; distintos modelos de aviones, relojes, interruptores; centro de documentación de prensa, salón de actos, maquetas del aeropuerto, sala de recuerdo de grandes aviadores, entre ellos Carlos Haya, Jorge Loring, García Morato; restos arqueológicos, estación meteorológica, torre de control, sala de restauración…Pudimos observar la evolución de los uniformes del personal de vuelo, conocer una caja negra, visitar el interior de las aeronaves, el Convair 440, un DC3, un Beech craft y la cabina de un DC9, incluso utilizar sus mandos, ¡y disfrutar de dos vuelos virtuales!

Agradecemos a todo el equipo las atenciones de que fuimos objeto, su amabilidad e interés, que nos permitió admirar el gran trabajo que allí se hace. Fue una mañana de sábado muy amena y provechosa.

Paseo otoñal por los Montes de Málaga y visita al lagar de Torrijos

El sábado 28 de Octubre realizamos el paseo otoñal por los Montes de Málaga que teníamos programado: en primer lugar, visitamos el Mirador Vázquez Sell donde nuestra Asociación tiene una plantación que cuida el Grupo Forestal y que está compuesta por las siguientes especies: encinas de  crecimiento acelerado, almeces, madroños, pinos piñoneros, cornicabras, sabinas, quejigos, etc. Aprovechando las vistas que rodean este entorno, nuestro Amigo Antonio Martín  nos introdujo en la historia de los Montes explicando su división administrativa (partidos rurales), el río Guadalmedina, lagares (Jotrón y Contadoras), viñedos, la aparición de la filoxera, y la repoblación forestal.  Desde allí, continuamos en  un pequeño recorrido por la «Umbría de Contadoras» para ver una de las pocas minas de agua que todavía se conservan y que servían para abastecer de este escaso recurso a los distintos diseminados que existieron en este seco territorio.

A media mañana nos desplazamos al Lagar de Torrijos que, construido en 1842, está destinado a museo en representación de los 995 lagares que existieron en nuestros Montes.

Tenemos que agradecer a Jesús Sarasola,  guía del Museo de la empresa Educare Aventura, las detalladas explicaciones sobre los instrumentos antiguos que se utilizaban para la obtención del vino, la extracción del aceite, la elaboración del pan; los aperos de labranza que allí se conservan… Desde este lagar bajamos a la zona recreativa donde están los hogares de las barbacoas, para recordar la importancia que tuvo el desaparecido Lagar de Benefique, del que sólo se conservan unos muros y un mirto centenario. Después paseamos por el recorrido circular que transcurre paralelo al arroyo Chaperas, pasa cerca de las ruinas del lagar de Pacheco bajo, cruza un puente de madera y vuelve por la pista forestal hasta Torrijos.

La jornada terminó con un variado y abundante menú en la venta Puerto del León, donde  todos quedamos -al decir de los participantes- muy satisfechos.