La fotografía siempre ha sido el espejo del mundo, donde se han buscado respuestas, y mirando a la naturaleza pueden extraerse algunas de ellas, por tanto aunamos ambas cosas. En esta extraordinaria exposición fotográfica, que reúne las miradas de Paco Civantos, Mercedes Higuero, Nuria Murillo y M. Jesús Villaseñor, encontramos un diálogo visual más allá de la mera documentación donde podemos encontrar territorios filosóficos profundos, ventanas que nos hacen recordar las ideas de Thoreau cuando escribió: «Me fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente» (Thoreau, 1854), una confesión que resuena en cada una de las imágenes presentadas, donde la búsqueda del paisaje natural se convierte en un acto de encuentros y hallazgos.
La contemplación de estas fotografías fácilmente nos transporta a ese estado que Heidegger describía en «Construir, Habitar, Pensar», donde el ser humano no solo existe en el mundo, sino que lo habita poéticamente. A través del diafragma de sus cámaras, estos cuatro artistas han conseguido algo extraordinario: han transformado el acto de ver en una forma de habitar. Desde los imponentes glaciares que nos susurran historias sobre la fragilidad del tiempo, hasta las auroras boreales que danzan como los velos de Maya en la filosofía védica, cada imagen se convierte en un portal hacia lo sublime kantiano, ese estado donde la naturaleza nos sobrecoge y todos ellos juntos componen un paseo fotográfico que nos hace soñar y reflexionar sobre nuestro mundo y su habitar.
En este viaje visual que os propongo, la obra de los fotógrafos dialoga vivamente con la clásica dialéctica hegeliana, en el discurrir entre lo finito y lo infinito, creando un puente entre lo tangible y lo trascendente; confrontando a los que estamos aquí viendo las obras, con los lugares donde se hicieron. Cuando observamos el antílope reposando bajo la sombra de un árbol solitario, o el movimiento casi imperceptible de un glaciar milenario, estamos presenciando lo que William Blake describió poéticamente como la capacidad de «ver el mundo en un grano de arena y el cielo en una flor silvestre» (Blake, 1803), una capacidad de revelar lo universal en lo particular es precisamente lo que hace que esta exposición sea extraordinaria para aquel que mire con fruición.
La maestría técnica de estos artistas viajeros, va más allá de la mera capacidad de capturar un momento, hace que sus trabajos trasciendan la representación para convertirse en lo que Roland Barthes definiría como «punctum» – ese elemento que punza, que hiere, que establece una relación íntima e inexplicable con el espectador y la escala hacia la que mira. En cada fotografía podremos encontrar ese momento especial que se desvela en el transitar, ese instante donde la imagen deja de ser una simple reproducción de la realidad para convertirse en una ventana hacia algo más profundo. Estas obras nos ofrecen un momento de liberación de la voluntad, permitiéndonos acceder a una forma de conocimiento, si se me permite la comparación, en la línea que Schopenhauer describía en su obra El mundo como voluntad y representación.
Al recorrer esta exposición, nos encontramos ante un testimonio, ante unos cronistas de la naturaleza, pero en su faceta menos evidente, en la que aparecen escenas de alguien fugaz, viajero, con la capacidad de iluminarnos con sus ventanas, más profundas cuanto más se miran, siguiendo la estela de John Berger en su obra «Modos de Ver», donde «la relación entre lo que vemos y lo que sabemos nunca está establecida», y es precisamente en este espacio de incertidumbre donde estas fotografías titilan con luz propia, invitándonos a mirar y a viajar, siendo esta la clave conecta a estas cuatro fantásticos de la imagen.
Comisariado.
Agustín Linares Pedrero
Prof. Facultad de Bellas Artes UMA
Referencias bibliográficas:
Barthes, R. (1980). La cámara lúcida: Nota sobre la fotografía. Paidós.
Berger, J. (1972). Modos de ver. Penguin Books.
Blake, W. (1803). Auguries of Innocence. En The Pickering Manuscript.
Heidegger, M. (1951). Construir, Habitar, Pensar. En Conferencias y artículos. Serbal.
Schopenhauer, A. (1819). El mundo como voluntad y representación. Trotta.
Thoreau, H. D. (1854). Walden o la vida en los bosques. Ticknor and Fields.