A pesar de la amenaza de lluvia, un grupo de valientes “amigos” realizamos una visita al Jardín Botánico de la UMA el 26 de Noviembre, teniendo como anfitriona y cicerone a María del Mar Trigo, profesora titular de la Universidad de Málaga y “amiga del jardín” que no se arredró ante la meteorología adversa y a la que agradecemos su excelente disposición y lo mucho que disfrutamos con esta visita.
Se concibió el jardín como nazarí y de esa idea quedan sus paseos de ladrillo y azulejería, la alberca, la fuente y sus canales de agua. En el centro el umbráculo, una cúpula de láminas de hierro que suaviza la temperatura de su espacio interior.
En la parte elevada gozamos de una magnífica perspectiva sobre todo el arbolado que luce sus mejores colores de otoño. Allí arriba se encuentra el Jardín de Suculentas, plantas de interesante evolución que surgieron por adaptación al medio. Algunas primitivas retienen el agua en las hojas que desaparecen y se recuperan en función de la escasez o abundancia de la misma. Entre ellas, la Aulluaudia ascendens, que vemos en la foto.
Podemos comprobar in situ cómo se reproducen los cactus. El viento o el peso provocan la caída de trozos al suelo que echan raíces y así continúa su ciclo.
En la zona canaria conocemos que nuestro “quejigo andaluz” se llama quercus canariensis por haber sido en Canarias donde se describió y se le dio ese nombre. Cuando completamos nuestro paseo, acabó también la tregua que la lluvia quiso darnos para que pudiésemos disfrutar de esta jornada.