La exposición «Ilustraciones botánicas del jardín» del artista Gill Eardley se podrá visitar desde el 4 hasta el 29 de octubre, 2025 en la Sala de Exposiciones del Jardín Botánico-Histórico La Concepción.
En cada trazo de Gill Eardley late un instante suspendido, como una gota de rocío antes de caer. Su mano, encontró en el lápiz japonés una vía para escuchar al mundo vegetal con la delicadeza de quien sabe callar. Como en el wabi-sabi japonés, la belleza de sus dibujos no reside solo en el esplendor de las flores, sino en la grieta, en la hoja que se curva, en la flor que se marchita suavemente y nos recuerda el ciclo ineludible de las estaciones. En estas ilustraciones no hay cabida para el arrepentimiento, no existen borrones, no hay correcciones, está técnica se realiza con precisión quirúrgica.
Durante horas, sentada entre los senderos del Jardín Botánico Histórico La Concepción —su santuario de estudio— Gill no copiaba fotografías ni buscaba el artificio. Miraba, respiraba, y dejaba que la forma se revelara lentamente bajo su lápiz, sobre el papel, sin fijadores, como si la obra quedara abierta al aire, vulnerable y viva. En su inventario aparecen feijoas, limones, physalis, nísperos, avena… nombres comunes y, sin embargo, convertidos en presencias singulares, que deben ser contempladas con el respeto de quien pronuncia un haiku.
Estas ilustraciones son testimonio de una práctica silenciosa que abraza la impermanencia: cada pétalo, cada semilla, cada bulbo está trazado con un cuidado que se parece al de los monjes al rastrillar la grava de un jardín zen. Al recorrer la sala, el visitante se encontrará con un paisaje íntimo donde las flores no son solo botánica, sino memoria y tránsito; donde la naturaleza no es un tema sino una maestra.
Que esta exposición sea también una invitación a mirar despacio, a descubrir en lo efímero, lo eterno, y a escuchar en las flores marchitas la misma música sutil que Gill supo escuchar y traducir en color.