Vivir a la sombra de un árbol: Colegio de Arquitectos de Málaga

Un numeroso grupo de “amigos del jardín” subimos las cuestas de “El Limonar” el 14 de enero para apreciar el gran regalo que para nuestra ciudad dejaron el arquitecto Fernando Guerrero Strachan y la familia Bolín que le había encargado este edificio de 1924, ,ahora sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga.

El edificio es singular por su aire “norteño” y por su maravillosa escalera de inspiración renacentista, eje vertebrador del conjunto. como muy bien nos explicó la doctora Carmona (Pepi para los “amigos del jardín”), una autoridad por su tesis doctoral sobre el renombrado arquitecto.

De su mano conocimos que el autor utilizó elementos estilísticos de diferentes épocas  y de edificios singulares de las tres culturas que conocía en persona de Toledo Granada y otros puntos.  Conviven por tanto en el edificio diferentes tipos de arcos y de bóvedas, armadura mudéjar con grutescos y elementos decorativos vegetales.

Rodeamos el edificio para apreciar el juego de volúmenes espectacular en el que destaca la torre como elemento dominante. Volumetría con mucha gracia que juega con los tejadillos intermedios y superiores de teja árabe vidriada en negro, verde y blanco.

En los jardines, apetece dar un paseo tranquilo por los senderos en esta mañana primaveral en otoño. En el lago vemos “La Sirenita” de Jaime Fernández Pimentel, de 1933.

Nos detenemos para diferenciar las palmeras datileras de las canarias y las washingtonias filíferas de las robustas, el pino canario del carrasco y del piñonero y las casuarinas femeninas de las masculinas.  Nos acompañan pavos reales y ardillas que por allí andan sueltos.

Nos gustó a todos ver tantas flores en invierno y sobre todo la pérgola de la cafetería donde cuelga, echando fuego, una espectacular Pyrostegia venusta (llamada también fuego de Venus o trompetero naranja o bignonia de invierno).

Gracias al Colegio de Arquitectos por las facilidades que nos dieron para realizar esta visita que nos ha permitido disfrutar, aprender y alejarnos del estrés habitual, entre “amigos”.