Paseo otoñal por los Montes de Málaga y visita al lagar de Torrijos

El sábado 28 de Octubre realizamos el paseo otoñal por los Montes de Málaga que teníamos programado: en primer lugar, visitamos el Mirador Vázquez Sell donde nuestra Asociación tiene una plantación que cuida el Grupo Forestal y que está compuesta por las siguientes especies: encinas de  crecimiento acelerado, almeces, madroños, pinos piñoneros, cornicabras, sabinas, quejigos, etc. Aprovechando las vistas que rodean este entorno, nuestro Amigo Antonio Martín  nos introdujo en la historia de los Montes explicando su división administrativa (partidos rurales), el río Guadalmedina, lagares (Jotrón y Contadoras), viñedos, la aparición de la filoxera, y la repoblación forestal.  Desde allí, continuamos en  un pequeño recorrido por la «Umbría de Contadoras» para ver una de las pocas minas de agua que todavía se conservan y que servían para abastecer de este escaso recurso a los distintos diseminados que existieron en este seco territorio.

A media mañana nos desplazamos al Lagar de Torrijos que, construido en 1842, está destinado a museo en representación de los 995 lagares que existieron en nuestros Montes.

Tenemos que agradecer a Jesús Sarasola,  guía del Museo de la empresa Educare Aventura, las detalladas explicaciones sobre los instrumentos antiguos que se utilizaban para la obtención del vino, la extracción del aceite, la elaboración del pan; los aperos de labranza que allí se conservan… Desde este lagar bajamos a la zona recreativa donde están los hogares de las barbacoas, para recordar la importancia que tuvo el desaparecido Lagar de Benefique, del que sólo se conservan unos muros y un mirto centenario. Después paseamos por el recorrido circular que transcurre paralelo al arroyo Chaperas, pasa cerca de las ruinas del lagar de Pacheco bajo, cruza un puente de madera y vuelve por la pista forestal hasta Torrijos.

La jornada terminó con un variado y abundante menú en la venta Puerto del León, donde  todos quedamos -al decir de los participantes- muy satisfechos.

Paseo otoñal por La Mayora

El 14 de octubre visitamos la finca La Mayora dentro de nuestro ciclo «Paseos otoñales»

La Estación Experimental La Mayora, situada en la localidad de Algarrobo, ha pasado a la historia por introducir los primeros cultivos de fresón de España, que se extendieron primero por la provincia de Málaga y más adelante dieron lugar a la industria del fresón en Huelva. Impulsó además el desarrollo de los cultivos subtropicales, como el aguacate y el mango, hoy claves en la economía de Málaga.

Nos guió don Antonio Cordón, que comenzó con una charla informativa sobre el origen de la Estación Experimental gracias a un convenio hispano-alemán; nos explicó el paso de los primitivos cultivos de viñas, almendros, algarrobos, a los de aguacates y fresas, así como sus actividades e investigaciones de mejora genética, protección vegetal a virus, hongos y bacterias y resistencia a las enfermedades. También supimos de los distintos programas de investigación y publicaciones que desarrollan.

Paseamos por la finca, visitando en primer lugar el arboretum donde tuvimos ocasión de conocer plantas como estevia, citronela, jengibre, moringa, mamey, zapote chiclero, clavo, cacao, feijoa, café, guapurú, pacay, pitanga, níspero, guayabo… Después pasamos a recorrer parte de la finca (tiene unas 50 hectáreas) en sus distintas parcelas de variedades de aguacate, ensayo de patrones de mango más resistentes, lima, ensayo de chirimoya sin semilla y toda clase de cultivos subtropicales. Aprendimos mucho de selección, polinización, hibridación…, lo que agradecemos a nuestro amable acompañante, a la vez que pasamos una encantadora mañana entre amigos.

Vivir (eternamente) a la sombra de un árbol: El cementerio histórico de San Miguel

Realizamos la visita al cementerio histórico de San Miguel un caluroso  23 de  junio. Tuvimos la suerte de contar con un guía excepcional, el profesor del Departamento de Historia del Arte y de la Facultad de Turismo  de nuestra Universidad doctor don Francisco Rodríguez Marín, ejemplo de compromiso con el patrimonio histórico de Málaga. Comenzó por explicarnos las primeras manifestaciones de arquitectura monumental funeraria con los dólmenes, más tarde los enterramientos en las iglesias, que, saturadas además de foco de contagios durante las epidemias, dieron lugar a los primeros cementerios,  edificados en principio ligados a las cofradías.

Bajo el mecenazgo de José Marín García, y diseñado en 1847 por el arquitecto municipal Rafael Mitjana, de estilo neoclásico, este cementerio reproducía el trazado de una Málaga industrial de palacetes como última morada para dignificar el lugar quitándole las connotaciones negativas a la muerte. Intervinieron  los arquitectos y escultores más importantes del siglo XIX y primera mitad del XX, malagueños (Rivera Valentín) y foráneos, como el escultor Lorenzo Bartolini para el mausoleo de Manuel Agustín Heredia e Isabel Livermore o el  arquitecto Antonio Palacios en el sepulcro de Félix Sáenz. Se observa la evolución de la arquitectura a lo largo de este tiempo en nichos, mausoleos y túmulos. Fue clausurado en 1987 pues ya incumplía la norma de cercanía a la ciudad, y se encuentra incluido en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

Recorrimos las diferentes calles conociendo  los personajes más relevantes de Málaga desde principios del XIX, escritores (Alfonso Canales), políticos, abogados, pintores (Muñoz Degrain), escultores (Francisco Palma García), compositores, periodistas, arquitectos (familia Rivera), empresarios, diplomáticos, médicos; estudiando  los símbolos (antorchas, laurel, adormidera, columnas, lechuza…); y por último visitamos el mausoleo y la  capilla de  la familia Heredia.

La botánica fue admirablemente explicada por nuestro Amigo Juan José Ruiz Benítez: nos ilustró sobre las plantas, su origen, su historia, sus usos, variedades, forma. Naranjo, ciprés y tuya, palmera reclinada, aloe, jacarandá… Fue una charla muy interesante.

Y, a pesar del calor, una mañana inolvidable, que agradecemos a nuestros dos magníficos guías.

Paseo por la Laguna de Fuente Piedra

El 20 de mayo, armados de prismáticos, telescopios terrestres y cámaras fotográficas nos encaminamos a la Laguna de Fuente de Piedra con idea de ver los pollos de flamenco que nacen en esta época. Estas aves anidan en lugares aislados para evitar los depredadores. Utilizan los restos de diques muros y canales que antiguamente servían para la explotación de las salinas de la laguna. Cada año eligen el sitio, según el nivel de agua y este año tocaba más bien “lejos” porque ha llovido poco. Pero con paciencia y deleite a la vez, conseguimos ver a las crías y obtener las estupendas imágenes que podéis ver aquí.

El avistamiento de aves es emocionante y acompañados de Marta, la extraordinaria guía del Centro de Visitantes, nos acercamos a dos puntos estratégicos para la observación: uno orientado hacia el sitio donde van a beber (agua dulce) y otro hacia la colonia, con los polluelos entre grisáceos y marrones a las patas de sus mayores. Mientras nos aplicábamos a los telescopios y demás herramientas, Marta nos dio un master en “flamencología” y ecología de la zona. Acabamos expertos en Medio Ambiente. Desde aquí le damos las gracias.

También visitamos el Centro con sus recreaciones de flamencos y sus espectaculares -o sencillos según se mire-, nidos, paisaje cuasi-lunar; en cada pequeño cráter un huevo y un flamenco cuidándolo. Luego paseamos por el “laguneto” donde había aves de distintas especies y también flamencos, sin pollos pero esta vez estábamos muy, muy cerca de sus espectaculares alas anaranjadas o rojas y negras.

Un día diferente e inolvidable, en el que no faltó una generosa comida entre “amigos”.