Visita al Arboretum de Villanueva del Rosario

P1070099El día 14 de diciembre  hicimos nuevamente nuestro paseo otoñal por “El Jardín del Rosario”, finca que nuestro amigo José Alba  posee en Villanueva del Rosario, localidad situada al norte de la provincia de Málaga. No es la primera vez que acudimos a ella, abusando de la extraordinaria hospitalidad que siempre manifiesta con los que amamos la naturaleza.

Como muchos sabéis, este conocido ingeniero malagueño ha creado una importante colección botánica en una superficie de 8 hectáreas, que puede considerarse en variedad y cantidad de especies como la más importante de España.

A grandes rasgos, este «arboretum» está compuesto por 2476 especies y subespecies de 170 familias diferentes, de las que podríamos destacar la colección de Quercus (robles) de todas las partes del mundo, formada por 726 ejemplares de 177 especies distintas, así como otras muchas que a modo de ejemplo y de una manera aleatoria relacionamos:P1070086

83 especies distintas de arces, 66 de pinos, 33 de serbales, 13 de piceas, 11 de acebos, 11 de abetos, 24 de fresnos, 7 de hayas (¡las  más meridionales del mundo!), 18 de tilos, 15 de abedules, 17 de sauces, 15 de almeces, 9 de cipreses,  sin contar otras muchas familias, la mayoría de ellas menos conocidas para el profano.

Según nos relata su creador, la finca se gestó a principios de los años 80 del pasado siglo, se ha ido completando en diversas fases, y ha sido en los últimos 10 años cuando se ha enriquecido con la mayoría de las especies exóticas que le han dado la mencionada diversidad botánica. Por ello insiste su autor en que hay que considerarlo como un jardín de estilo «inglés» todavía joven, que está empezando a vivir; con el transcurso de los años se manifestará con más profusión el fruto de tanta dedicación.

P1070101En 1979, cuando eligieron este “ escenario natural del valle alto del Guadalhorce y de la vertiente norte de la Sierra de Camarolos” dicen “ nos conquistó por su grandiosidad y su sencillez”; era un terreno baldío, y  consiguieron “con constancia y esfuerzo superar la carencia de infraestructuras; a lo largo de algo más de treinta años, se ha creado en Villanueva del Rosario un jardín que reúne condiciones de singularidad en muchos aspectos, en un espacio en el que, difícilmente, nadie hubiera pensado para ese objetivo”.

Hoy se aprecia su intención estética con la que  ha logrado convertir el jardín en un maravilloso juego cromático, gracias a la variedad de árboles: membrillos, almendros, cedros, rododendros, quercus, arces rojos…que, en contraste con el verde de los pinos ofrece en esta época  una visión espectacular de diversidad de diseños y colores; la variedad de árboles es  irrepetible, distribuidos de tal modo que en otoño sus hojas forman un paisaje de incomparable belleza. Por  caminos de tierra y picadura de la poda de encina, contemplamos plátanos, secuoyas, olmos, magnolios, arces, alerce, también raro aquí; así llegamos a la ribera del arroyo, cercada de populus nigra y nogales. La ladera orientada al sur está dedicada al cultivo de cerezos, olivos y a aquellas plantas que requieren y admiten menor humedad, en una inteligente –y admirable- disposición.P1070143

Es por tanto de una gran riqueza paisajística y medioambiental, a la vez que trata de contribuir a la biodiversidad y a la protección de las especies vegetales de carácter ornamental. Destaca el respeto a los árboles y arbustos existentes: fresnos, encinas, quejigos, álamos, nísperos… y su integración armoniosa con las nuevas especies. No utilizan abonos químicos.

Igualmente interesante es  la gran balsa, que nos impresiona por su belleza al reflejar el colorido de los árboles y flores, y que sirve para captar y  almacenar las aguas de lluvia para riego.

Nos llamó la atención la posibilidad de localización de las plantas sobre plano  pues todas  están identificadas y tienen asignado un código de cinco dígitos para su seguimiento y control: los dos primeros se corresponden con el número de la zona en que se ubican y los tres restantes se asignan planta por planta en árboles y arbustos, y por agrupaciones en la generalidad de las de porte herbáceo.

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Para quien quiera saber más, recomendamos el artículo del propio José Alba:

“Un paisaje en el campo”.

¿Qué más decir?  No nos cansamos de admirar el “Jardín del Rosario”.  Agradecemos desde aquí una vez más su generosidad.

Visita al Museo del Vidrio

Museo_vidrio2Una casona del S. XVIII, cuidadosamente restaurada, alberga una colección de 3.000 piezas.  Pero sólo 1200 están a la vista, de momento, a la espera de una posible ampliación del museo.

Nada más entrar nos sorprende una colección de vidrieras prerrafaelitas, entre ellas Melpómene, diosa de la tragedia griega.  En el piso superior, las piezas más antiguas griegas, fenicias o egipcias, romanas, bizantinas e islámicas.

Avanzando por la historia, bellísimas copas “de matrimonio” que permanecían una sobre otra unidas “para siempre”. Piezas de La Granja de San Ildefonso, con talla dorada y piezas pequeñísimas, muy costosas de tallar.

Alfombras, carnets de baile esmaltados, un tocador portátil, una lámpara que fue de Eugenia de Montijo, un costurero, un piano en perfecto uso, una vidriera de Violet le Duc. Todo en su sitio, con orden y estética, como si de una vivienda muy, muy bien decorada se tratase.

El patio porticado es lugar de reposo donde la luz y las plantas ofrecen el complemento ideal a las vitrinas repletas de piezas de cristal de las fábricas inglesas y europeas modernas. Ya no se fabrican estas piezas por su elevado coste y porque ha decaído su uso en la vida actual.

No nos vamos sin conocer la diferencia entre cristal y vidrio y sin pasar al jardín, un jardín moderno, donde Ernesto, nuestro vicepresidente, identifica las buganvillas, callistemon (limpiatubos), washingtonias y unas glicinias que en su día harán túnel.  Todo esto, nos dicen, compone un jardín florido. Tendremos que volver en tiempo de floración.

Cualquier momento es bueno para disfrutar de esta impresionante colección.

 

 

Visita Alcazaba de Málaga y Jardines de Puerta oscura

W-Visita_AlcazabaEl sábado 7 de noviembre realizamos otra de nuestras visitas a monumentos enmarcadas en la actividad titulada “Vivir a la sombra de un árbol” donde buscamos conectar los monumentos con jardines o arboles cercanos de relevancia. En esta ocasión uno de los monumentos “estrella” de Málaga y uno de los jardines más importantes de la ciudad. Nos fuimos sin pensarlo a descubrir y disfrutar de La Alcazaba de Málaga, sus jardines y los Jardines de Puerta oscura que vive a sus pies.

Para guía de la parte botánica tuvimos la suerte de contar con Patricia Silva, una amiga muy activa de nuestra asociación que además ha escrito su tesis sobre estos jardines de Alcazaba y Puerta oscura. Pocas personas conocen como ella la historia, el objetico y la evolución tanto de Puerta oscura como de la botánica tras los muros de la fortaleza árabe. Y no solo nos enseñó los arboles más singulares sin no que hizo todo un recorrido por el significado de los jardines árabes, su objetivo, su interés y progreso a lo largo de la historia. Su explicaciones sobre el agua en el mundo árabe o sobre las fragancias que se buscaban eran dignas de ser grabadas… y quizás lo hagamos cuando repitamos la visita en septiembre.

Para la visita a la propia Alcazaba y su historia contamos con José Mateos que además de socio de los amigos también es voluntario cultural de la Asociación Zegri, tan afamada en Málaga entre otros por sus visitas nocturnas a este monumento. Y la verdad es que se tiene muy trabajado este monumento pero entre muralla y puerta en recodo también nos dio una visión general de la historia de Málaga, poniendo de relieve el enclave del monte de la Alcazaba como cuna de Málaga, una de las ciudades más antiguas de Europa.

Una buena pareja de “guías voluntarios” para un magnifico enclave en los que mezclar historia, botánica, belleza y un mundo desaparecido que sigue vivo en nuestras palabras, nuestras costumbres y nuestras calles.

Restauración Estatuas Museo Arqueologico Loringiano

W-20151016_104623Dos jornadas abiertas han permitido a los amigos del jardín contemplar la restauración de las estatuas de la colección de Casa Loring y de la Alcazaba, previa a su traslado a su próxima ubicación en el nuevo Museo de Málaga.

En el laboratorio instalado en el jardín las piezas tenían ya un aspecto magnífico. Gracias a los biocidas, el láser y otros medios no agresivos, han perdido los «verdes» y los «negros» que las caracterizaban.

Pudimos ver estatuas, columnas, estelas y unos maravillosos mosaicos. Desde el fragmento de uno de ellos, Poseidón en deslumbrantes colores, nos lanza una mirada penetrante. En algunas piezas podemos ver los diferentes estados de restauración, el «antes y después».

Sentiremos no tener las estatuas en el Jardín pero seguro que serán muy admiradas en el nuevo Museo de Málaga.

Felicitamos a todo el equipo de trabajo y le damos las gracias por su amabilidad y dedicación.